¿por qué si es bueno polarizarse, definirse ideológicamente con categoría y suma vehemencia, e incluso el politizarlo todo?

Nos encontramos en la era del post-capitalismo, la era en donde el actual sistema económico está en crisis y por ende, todo es más caro, la gente anda con escasés de dinero, y con deudas que encima de caras son pagadas con el «fruto» de trabajos mal retribuídos, subcontratados, y con responsabilidades extendidas a horario por fuera de las 8 horas, sin derecho a extras, eso claro, sino es por que ya andas engrosando las históricas cifras de desempleo que las crisis económicas arrastran tras de sí. La situación se resume en que unos pocos tienen unas riquezas excesivas y la mayoría pasa dificultades que son incluso extremas, personas que literalmente se mueren de hambre, como los niños de Haití, el áfrica subsahariana y la Guajira colombiana, concretamente, es un asunto de redistribución de las ganancias, entonces, ¿qué hacer? ¿cómo lo solucionamos? si el sistema ya dejó de funcionar, ó funciona solo para una minoría acaulada, el único camino que queda es el de salir del capitalismo hacia otra forma productiva. Para entrar en una nueva era de mayor equidad, es preciso que la población quiera ir en esa nueva dirección, ó para ponerlo en una sola palabra que lo sintetiza clara y concretamente: que el individuo SE POLITICE, por que eso, el politizarse, es en resumidas cuentas ir en una nueva dirección. Ahora, tenemos un inconveniente para llegar a ese cambio y no es por la corrupción ó el excesivo y ventajoso poder de los ricos, el obstáculo que tenemos es que los poderosos saben que en la sociedad tenemos un talón de Aquiles en los indecisos ya que además de ser fácilmente confundibles, poseen la fantasía casi sexual de jurarse «los alternativos», «los antisistema» ó «el distinto de todos», y como los magnates lo saben, se lo satisfacen usando la confusión ideológica usando como medio sobre todo, el entretenimiento.
Frente al declive del capitalismo surgen tres posibilidades, 1. la del que se opone al sistema con fundamento ideológico, 2. la del que apoya la inequidad (mamerto de ultraderecha) y 3. la del que opta por la fácil y se mantiene neutral (el tibio). Para los dos últimos casos los resultados son los mismos. La posición del mamerto de ultraderecha ó la fácil, la del tibio que no participa, que se queda inmóvil, y opta por hacer ninguna cosa para salir de este sistema, tiene como resultado que el sistema se mantenga igualito, y como los que se oponen y quieren transformar el sistema se quedan solo, ahí se hacen minoría, y pues obviamente NADA pasa.
Teniendo en cuenta que los magnates, obviamente no quieren que el sistema vaya a mudar, y quieren sostener su status-quo incluso cuando ello implica matar de hambre, sed y enfermedades curables a niños en zonas remotas del planeta, los esfuerzos de estas «élites» se centran en que el sistema capitalista se mantenga y no evolucione, y lo logran escencialmente mintiendo, y mentir en prime time por medio de canales de comunicación que les pertenecen y que operan en pro de una rentabilidad, es decir, en pro del beneficio de sus dueños. Ya está probado que el mejor negocio que puede hacer un magnate en este siglo, no tiene que ver con las ventas exitosas, ni con riesgosas inversiones en innovación tecnológica, ni con especular con inmensas sumas de capital financiero en la bolsa, tiene que ver con una maniobra menos riesgosa, económica y rápida, consistente en el principio de que mejor que tener un pescado es mejor tener al dócil que te puede pescar muchos peces, sin que se dé cuenta que lo hace, ó en otras palabras es lograr que el «joe-average» (ciudadano de a pié) se mantenga despolitizado, en el centro, tibiesito, y hacerle creer que despolitizado es «cool» y politizado es malo/aburrido/terrorista/fuera de onda e incluso «mamerto». ESE es el mejor negocio para un magnate! por que ahí es donde se fabrica el arribista.
El arribista inherentemente por serlo favorece al que está arriba, favorece algo que el mismo no es aún, es el ícono del idiota útil, un ser desarraigado que en consecuencia, padece de ligereza en la conciencia de clase, un individio que por tratar de actuar con el desprendimiento de las clases altas por los problemas materiales del mundo, emula también el vanidoso lujo de la comodidad del analfabetismo ideológico, y como no tiene poder y aún es una hoja llevada por los vientos de voluntades ajenas, para palear los evidentes conflictos internos, procura la satisfacción/equilibrio político a travéz de la emoción que producen los titulares de medios arribistas, así sean tóxicos y psicológicamente nocivos. Existen casos patéticos en donde hay identificación con las clases altas aún cuando el fulano sea de estrato 1, 2, 3, 4 ó 5, y de ahí, el que uno vea circunstancias tan chistosas como precarias como la de aquel que se siente parte del jet-set cumpliendo con una ó varias de las siguientes condiciones: vive en zona urbana, se transporta en un servicio de transporte público atestado que además carísimo (transmilenio), vive en arriendo ó cuenta con una deuda bancaria a unos intereses casi impagables, no tiene servicio de salud ó paga carísimo por un servicio inhumano, le pagan un mínimo ó un sueldo indigno sin seguridad social, (ojo con la siguiente) TOCA DINERO, un@ fulan@ al que le acaban de subir los impuestos, pero que vota y defiende fanáticamente a Uribe ó en el peor de los casos, el peor de todos, (que es el motivo de este artículo), que es el que opta por la «neutralidad» ideológica, ya que entre el «coco» del socialismo y el fracaso del corrupto capitalismo politiquero, el tibio decide por la crédula y silenciosa inmovilidad, usando el trillado escudo de no apoyar a nadie ya que «TODOS los políticos son corruptos«, y ahí es donde el magnate ya la hizo y el negocio le quedó redondito por que mejor que tener un pescado es mejor tener al dócil que te puede pescar muchos peces, incluso sin darse cuenta de que lo hace, y, más dócil y vulnerable que un tibio no hay, las temporadas electorales así lo comprueban.
Cuando las personas se exponen a la maquinaria del entretenimiento, pueden correr el riesgo de llegar a creer que politizarse es algo malo, violento, «mamerto», aburrido, tedioso, conflictivo, entonces las clases altas obsenamente privilegiadas lo celebran, ya que llegada la temporada electoral, ese tibio, está garantizando que el actual sistema aunque en crisis, corrupción y en absurda desigualdad, CONTINÚE FUNCIONANDO. El objetivo central de los medios con su falso «fashion» alcanzable solo para una pequeñísima minoría, tiene escencialmente como objetivo con DESPOLITIZAR a toda costa a las personas, con orientarlas hacia un rumbo sin norte en el que IMAGINARIAMENTE se satisfacen banalidades (no trascendentalidades que son las que abarcan el ámbito político), para así despojar a las personas del horizonte de su propia conveniencia, para en las siguientes elecciones poner a un tipo super cool que pose de «apolítico», «neutral», un «gerente visionario», que «no pertenece a ningún partido», vestido con jean y slogans cool que junto a un par de frasesitas de cajón, lo harán ver como un tipo «inteligente», ágil, para que el ciudadano tibio sin mirar el plan de gobierno, ipsofacto se sienta «fuera del sistema», se identifique y lo vote, ya que el tipo «no es un político común«, obviando obviedades ya conocidas como el que cuando el candidato «alternativo» pase a segunda vuelta, hace alianzas soterradas con los mismos de siempre (la derecha) ó dado el caso, que sea el más opcionado, una vez sube, traiciona a su electorado, y ejecuta un gobierno de ultraderecha, obviamente. ¿cuántas veces ya ha pasado? y aquí la responsabilidad no tiene que ver con la ultraderecha sino con los tibios, que se comieron todo ese cuento barato y repetido. ELLOS SON LOS VERDADEROS RESPONSABLES DEL DESASTRE.
Ser de ultraderecha ó ser un tibio despolitizado favorece a que el sistema económico de la desigualdad, la carestía, la crisis, la corrupción, la violencia, el genocidio y las deudas, (que es el sistema capitalista), se mantenga y continúe funcionando. Ser de ultraderecha ó ser un tibio despolitizado en términos del resultado económico es para todos el mismo, por que finalmente el tibio y el extremista de ultraderecha terminan votando AMBOS, directa ó indirectamente por el corrupto de turno, con el pajazo mental de una seguridad económica inexistente: a ambos les terminan traicionando las promesas electorales y subiendo los impuestos, la cosa se pone graciosa cuando terminan quejándose por que les subieron los impuestos ó les incumplieron promesas ó se le descubrió corrupción a su candidato votado, pero en las siguientes elecciones, el hurivizta repite el voto por los mismos de siempre (identificables a simple inspección por el partido al que pertenecen) y, el tibiesito, aún frente a una elección casi equilibrada, insiste en ser apolítico y no participar! garantizando la victoria de los mismos de siempre. Como decía iniciando, la fantasía casi sexual del tibio es jurarse alternativo, antisistema y distinto de todos, siendo en realidad justamente, TODO LO CONTRARIO.
Eso si, al menos hay al menos DOS cosas que «salvan» al uribista, al mamerto de ultraderecha, y es que por un lado el hurivizta pone la cara! (en la actitud más ñera posible eso si), y por el otro, el que por lo menos el extremista de ultraderecha está politizado, es decir, al mamerto de ultraderecha como problema es fácil identificarlo, uno sabe para donde va, es predecible, puede ser observado con sus defectos, y por ende es diagnosticable, en cambio, el tibiesito se esfuerza por pasar agachadito en un rinconcito sin que nadie lo vea, ni lo note, ni lo etiqueten, ni le cuestionen, ni le armen conflicto, ni debate, por que, «qué complique«, y «qué pereza«, y la estrategia desde algún punto de vista les ha funcionado, por que efectivamente pasan agachaditos sin que NADIE los señale!. Uno reniega del idiota uribista y les hecha la culpa, pero en realidad, la culpa siempre la han tenido estos cómodos, casí invisibles, que tiran para donde políticamente RCN les indique como «políticamente correcto», entonces ahí se funda artificialmente el lugar «aceptable» para posar a la hora del instagram/facebook, ó incluso ni tiran, prefieren seguir calladitos viviendo «cómodos», en un sistema miserable y ser en el fondo unos miserables que optan por una posición neutral en una situación de injusticia, al «oso» de verse etiquetados ó de tener que sostener sus propios principios y su propio criterio en una discusión política, por que «que oso» ó «qué pereza», además «yo soy diferente y apolítico», «estoy en el centro y soy objetivo» y además «no quiero que me etiqueten», «¿memoria? que oso!«.
Entonces, la cosa es simple, ó continuamos en el actual sistema de la desigualdad, la carestía, la crisis y las deudas, que de paso está destruyendo el planeta, ó nos polarizamos, nos politizamos, nos organizamos y apoyamos con vehemencia el dirigirnos hacia otro sistema económico. ESE ES EL DESAFÍO IRRENUNCIABLE DE NUESTRA GENERACIÓN, y más que necesario, es urgente el definirse y forjar unas bases ideológicas FUERTES y muy bien cimentadas. Una conciencia de clase conveniente a nuestros intereses, no a los de unos magnates. Según los economistas, filósofos y estudiosos del tema (e incluso las mismas tendencias de la economía digital), la siguiente etapa evolutiva de la economía es el SOCIALISMO. La generación X fué el peor desastre que le pudo ocurrir al planeta y a la humanidad en su historia, la generación de los tibios por excelencia, y no podemos repetir ese camino, menos cuando la naturaleza pende a 1.5 grados centígrados de un punto de no retorno. No podemos seguir siendo tolerantes con el analfabetismo ideológico, ni con el arribismo, ni con la falta de conciencia de clase. Literalmente, estamos en un punto en donde es «SOCIALISMO ó muerte», ya no como una frase medio romántica en el discurso de algún Lider Revolucionario de la siempre Heróica y Preciosa Latinoamérica, sino como una sentencia a rajatabla en donde no hay más opción por que el capitalismo ha pelado el cobre y se ha vuelto cuchillo en mano en contra nuestra, y la tibieza, probado, NO es ni la salida, ni mucho menos, la solución.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...